Renta Básica

Una Renta Básica que proteja la dignidad colectiva

Durante muchos años hemos asistido incrédulos al desmoronamiento progresivo del actual modelo socioeconómico. Son ya innumerables los estudios que avalan de manera contundente suficientes evidencias de su agotamiento crítico y las dificultades permanentes que ocasiona en una gran parte la población bajo múltiples formas de precariedad. Su relato, profundamente arraigado, ha conseguido arrinconar cualquier intento de cambio, prevaleciendo como único orden posible. El impacto demoledor de la pandemia del COVID-19 ha puesto sobre la mesa, de manera trágica y perentoria, la necesidad de ahondar en otras opciones de redistribución capaces de neutralizar o contener la vulnerabilidad generalizada.

Estamos ante una fase histórica que exigirá profundos cambios hasta ahora impensados por la mayoría, desde Diagnóstico Cultura queremos ser partícipes presentando una serie de propuestas como la Renta Básica y otros movimientos que llevan años trabajando para abrir otras ventanas de posibilidades.

Hemos charlado con Sergi Raventós sobre la Renta Básica (RB). Sergi es trabajador social, doctor en Sociología y miembro de la Red Renta Básica, una de las propuestas más sólidas que llevan años trabajando en la cristalización y solvencia de otra alternativa.

Resulta más que evidente el agotamiento crítico del sistema actual y la urgencia de valorar otras alternativas. Sin embargo, la narrativa neoliberal sigue logrando neutralizar cualquier tentativa de debate sobre otras herramientas de redistribución de la riqueza. ¿Nos falta imaginación política para pensar otros modelos de sociedad?

El sistema está dando síntomas de agotamiento y de crisis desde hace tiempo. En diferentes planos: ecológico, económico, social, de salud, género, etc. Y hay alternativas pero no tenemos la fuerza y la capacidad de movilización para poderlas implantar. Hemos visto grandes movilizaciones del 15M y movimientos soberanistas, republicanos, huelgas de mujeres generales por el 8M, para frenar el cambio climático… hay luchas, hay alternativas al sistema, hay esperanza. Pero también asistimos a una narrativa neoliberal que la izquierda no sabe contrarestar o lo hace con discursos desfasados, ensalzar al trabajo asalariado y trabajistas, también alguna izquierda con posiciones estalinistas, dogmáticas, autoritarias… tenemos una izquierda desnortada que es capaz de llamarse monárquica o de llamar al desastre del Ingreso Mínimo Vital (IMV) como un «avance histórico del Estado del Bienestar» y frente a este desastre en que se ha convertido ni inmutarse o justificarlo. Es difícil cuando ves a esta izquierda tener esperanza en cambios pero a la vez cuando asistes a grandes movimientos vuelves a creer en la posibilidad de transformar alguna cosa.

Hay luchas, hay alternativas al sistema, hay esperanza.

Lo preocupante es que estamos en un momento muy difícil y si no damos un paso adelante con políticas de izquierdas tenemos a la extrema derecha y la derechona extrema que están aprovechando esta grave crisis para sacar tajada. Ahora no se puede dudar y la población no puede volver a pagar la crisis como ya sucedió en la crisis del 2008. Si hay un gobierno progresista tiene que hacerlo con hechos y gobernar para los intereses de la mayoría y esto es derogar la reforma laboral, políticas de garantizar vivienda y unos ingresos garantizados para todo el mundo. Un mundo incierto, inseguro y cada vez más en transformación tecnológica con lo que puede suponer de desaparición de muchos puestos de empleo.

En nuestro caso con una dependencia del turismo terrible y en caída libre con la epidemia del Covid-19.

Ahora no se puede dudar y la población no puede volver a pagar la crisis como ya sucedió en 2008.

Escribía Bertolt Brecht que «Las revoluciones se producen en los callejones sin salida». ¿No estamos ya dentro de las coordenadas de un callejón sin salida?

Está claro que estamos asistiendo a grandes crisis del sistema y vamos a presenciar graves consecuencias sociales y económicas derivadas de la crisis del Covid-19 pero ya se apuntaban antes. Estábamos mal en el Reino de España con altos índices de paro y pobreza producto de las políticas de austeridad desarrolladas por los gobiernos del PSOE y del PP desde la crisis del 2008 y ahora ha impactado esta pandemia del COVID-19 y no se están poniendo medidas que paren las consecuencias que va a tener. Habría que estar a la altura de los tiempos y ser valientes: reforzar con más plantilla los sistemas públicos y sobre todo el sanitario, habría que reestructurar el sistema laboral y repartir los trabajos, reducir sustancialmente la jornada laboral y repartir empleo y por supuesto garantizar unos ingresos a toda la población, una renta básica universal. En definitiva garantizar las condiciones materiales de existencia a la población. Y estamos asistiendo en cambio a unas políticas moderadas, de contención de una gran hemorragia con tiritas como el IMV. Sin negar la importancia de los ERTES ya que aún podría ser peor la situación. Pero es insuficiente.

¿Qué es la Renta Básica Universal?

Tiene varias definiciones pero creo que la que mejor se entiende es aquella que considera la RB una asignación monetaria pública a toda la población sin distinción de ningún tipo. Esta asignación es individual, incondicional, universal, regular y suficiente de ingresos, al menos tiene que ser por encima del umbral de la pobreza. Esa es la propuesta de la Red Renta Básica y también de la Red internacional BIEN ( Basic Income Earth Network)a la que estamos asociados desde hace 16 años.

La Renta Básica Universal es una prestación individual, no sujeta a unidad familiar ni cabeza de familia y por tanto puede facilitar relaciones libres de convivencia sin dependencias, es incondicional y no sujeta a controles ni condiciones de acceso y todo el mundo la recibe.

¿En qué consistirían las principales diferencias entre el actual y fallido ingreso mínimo vital y la Renta Básica Universal?

El Ingreso Mínimo Vital aprobado por el Gobierno progresista del Reino de España es un tipo de renta condicionada para familias en situación de extrema pobreza tal cómo dijo el ministro Escrivà. Un tipo de Renta sujeta a toda una serie de requisitos muy difíciles de acceder a todos y con una cuantía que no llega al umbral de la pobreza, y por tanto no puede acabar con la pobreza. Estamos presenciando el colapso de su gestión, de algunas condiciones draconianes, de la burocracia, de la brecha digital para tramitarla… también deja a algunos grupos de población fuera como a inmigrantes sin regularización, a personas sin techo, a jóvenes que no han podido emanciparse en el último año y a otros grupos de población.

Habría que estar a la altura de los tiempos y ser valientes… y estamos asistiendo en cambio a unas políticas moderadas, de contención de una gran hemorragia con tiritas como el IMV.

La Renta Básica Universal es en cambio una prestación individual y no sujeta a unidad familiar ni cabeza de familia por tanto puede facilitar relaciones libres de convivencia sin dependencias, es incondicional y no sujeta a controles ni condiciones de acceso y todo el mundo la recibe como el ya conocido sistema sanitario. Es preventiva, por tanto ex-ante de caer en la pobreza. No como el IMV que está pensado para cuando has caído en la extrema pobreza.

Puede ser compatible con otras fuentes de ingresos y jornadas laborales a medida de nuestros intereses. Si queremos compaginar un empleo a tiempo parcial y estudiar una RB puede ser de gran ayuda. Si no estás muy bien de salud (física o mental) una Renta básica te puede dar mucha tranquilidad psicológica. En definitiva es un seguro colectivo para toda la población.

¿Sería factible ahora mismo su financiación?

Hay diferentes estudios de financiación de algunos economistas de la Red Renta Básica que así lo demuestran. Con un incremento del IRPF para las rentas más altas ganaría un 80% de las personas y perderán el 20% con más recursos económicos. Por tanto es una buena redistribución de la riqueza y una reducción de la desigualdad importante. Según estos estudios nos pondríamos al nivel de países escandinavos. Hay diferentes simulaciones con variantes e importes y con combinación de otros impuestos ecológicos, de sucesiones, etc. Es cuestión de voluntad política y de estudiarla y apostar por una política al servicio de la mayoría de la sociedad. Los números están hechos.

La Renta Básica es un seguro colectivo para toda la población.

Es manifiesto como en la calle aún falta mucha información sobre este tipo de medidas, cuando se pone en liza el tema en cualquier conversación, se esgrimen frases del tipo «será un fomento de vagos», «entonces nadie querrá trabajar» o que «es insostenible». ¿Por qué esto no sería realmente así?¿Por qué no desincentivaría la motivación de trabajar?

Hay diferentes experiencias y experimentos que muestran que esto no es así. En Barcelona el experimento del B-Income mostró que desincentivan más los subsidios condicionados que los incondicionales.

La gente tiene motivaciones muy diversas. Si la gente deja su empleo es porque es una mierda y está acabando con su salud física y mental. ¿Eso sería entonces bueno no? Tal vez un profesor universitario con una plaza fija no dejará su empleo, ¿no crees? Opino que hay un discurso muy conservador en esto y una ideología muy de derechas que no cuestiona por ejemplo de qué vive la monarquía.

Lo que está claro es que con una RB aumenta la libertad de poder elegir opciones que ahora no disponemos y nos vemos obligados a agarrar cualquier empleo que nos presentan para sobrevivir. Eso es lo que a más de uno en este sistema capitalista le interesa que siga funcionando.

Algunos informes fiables como el último de AROPE (personas que se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social) muestran como la población ‘desprotegida’ en España está por encima del 25%. ¿Puede la Renta Básica Universal ser eficaz para terminar con esta acuciante realidad?.

Por supuesto, siempre y cuando el importe sea por encima al umbral de la pobreza. Eso es factible y empieza a ser urgente. Es vergonzoso que con una solución cómo la propuesta de la RB no se acabe de una vez con esta realidad que arrastramos hace muchos años. Creo que vale la pena intentarlo, no? No entiendo a aquella gente autocomplaciente que dice «que supone riesgos». ¿Riesgos para quién? Para los que no tienen nada que perder seguro que no.

¿Qué ejemplos tenemos de la aplicación de la Renta Básica Universal en otros países?

Ha habido y hay muchos experimentos y proyectos piloto en diferentes partes del mundo: Finlandia, Kenya, Barcelona, La India, California, Canadá, Iran, Namibia, Utrecht, etc. Y en la mayoría se han podido encontrar resultados interesantes por lo que respecta a más tranquilidad psicológica, bienestar mental, mejor salud mental, aumento de la escolarización, mejoras en nutrición, proyectos autoocupación, etc.

No entiendo a aquella gente autocomplaciente que dice «que supone riesgos». ¿Riesgos para quién? Para los que no tienen nada que perder seguro que no.

Pero todos son temporales y con todas las limitaciones de estos experimentos: acotados a un grupo de población, poca duración, poco importe… Ejemplos permanentes propiamente hay el de Alaska del fondo permanente de petróleo de una Fundación gubernamental que cada año reparte un talón para cada individuo de una familia. A pesar de no ser mucho dinero en algunas familias puede suponer 8000 o 9000 dólares. Y eso hace que sea ya algo intocable para cualquier político y una de las zonas con menos desigualdades económicas de EEUU.

¿Es la Renta Básica Universal que proponéis algo ya acabado o solo un punto de partida que irá incorporando modificaciones?

Es un punto de partida y tiene que formar parte de un paquete de políticas económicas más amplio: de ayuda a la vivienda, de reparto de todos los trabajos, de una política decididamente ecológica, de una política feminista en todas las áreas y no de boquilla, de refuerzo de los sistemas públicos, de un control de las empresas por parte de los trabajadores, etc. La Renta Básica Universal es un paso importante pero tiene que venir acompañada de otras políticas también, por supuesto.

La Renta Básica Universal es un paso importante pero tiene que venir acompañada de otras políticas también, por supuesto.

¿A quién no interesaría una Renta Básica Universal?

A alguna gente rica pero también a sectores bienestantes e insolidarios con la mayoría de la sociedad.

A sectores inmovilistas y reaccionarios.

Y también aquellos que justifican ideològicamente el sistema: gente acomodada que son incapaces de dar un paso adelante para mantener sus privilegios o les da vértigo cuando ven a la gente movilizándose. A la derecha reaccionaria del PP y a los fascistas de VOX reacios ante los cambios y del lado de los poderosos.

Pero también habrá que vencer la resistencia a una parte de la izquierda acomodada y autocomplaciente que ya les vale cómo están las cosas o dispuestos a seguir con políticas de «más de lo mismo», sólo dispuestos a hacer pequeños retoques y arreglos estéticos de poco calado.

Hay algunos de estos tipos que están cambiando y que hace cuatro días estaban en contra de la Renta Básica pero más vale tarde que nunca. Están asistiendo al apoyo de una propuesta por parte de diferentes movimientos sociales, de sectores del Trabajo Social, del ámbito cultural, de centenares de entidades del plan de choque social, de dirigentes de agencias como la OMS o la ONU, de escritores, de premios Nobel, de una próxima iniciativa europea de recogida de un millón de firmas… la situación de la pandemia ha puesto a la Renta Básica Universal cómo una política imprescindible para los próximos tiempos.

La situación de la pandemia ha puesto a la Renta Básica Universal como una política imprescindible para los próximos tiempos.

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