Gisele Sapiro

Gisèle Sapiro: ¿Se puede separar la obra del autor?

¿Es legítimo proyectar sobre la obra los comportamientos censurables o las aberraciones ideológicas de un creador? ¿Tendría que habérsele retirado el Premio Nobel a Peter Handke por la posición que adoptó durante la guerra de la antigua Yugoslavia? ¿Merecía Roman Polanski el reconocimiento del cine francés a pesar de las acusaciones de abuso sexual que pesaban sobre él? ¿De qué manera empaña la obra de Heidegger su compromiso con el nazismo? ¿Son dignos de algún tipo de honor literario autores tan políticamente viscosos como Charles Maurras o Louis-Ferdinand Céline?

En ¿Se puede separar la obra del autor? (Clave Intelectual, 2021), Gisèle Sapiro —discípula de Pierre Bourdieu, y una de las académicas más reputadas de Francia— se sumerge en el espinoso asunto de las relaciones entre la moral de un autor y su obra y, con una claridad expositiva digna de elogio, analiza el caso de diversos escritores y artistas para tratar de esclarecer cuándo y bajo qué condiciones puede resultar admisible que una obra quede manchada por las posiciones de quien la ha creado.

gisele sapiro
Cubierta

El libro viene acompañado, además, de un incisivo prólogo a cargo de la filósofa Elizabeth Duval que nos permite enmarcar el debate en el panorama cultural español.

Para esclarecer argumentos, virtudes y defectos de un bando y de otro, aparece el ensayo —o casi estado de la cuestión— de Gisèle Sapiro: la suya es una de las aproximaciones más serias a la cuestión que pueden leerse por el momento

Elizabeth Duval

FRAGMENTOS

«Estas saludables polémicas han hecho emerger innumerables argumentos que expresan creencias colectivas remotas y profundas. A pesar del tono a veces virulento y de los inevitables excesos que conllevan, atestiguan la vitalidad del debate democrático que tiene lugar en los medios de comunicación y que se amplifica en las redes sociales; sería un error rehusar este debate en un momento en que los estados de excepción y el autoritarismo rampante corroen, allá donde subsiste, la libertad de expresión. No por ello se hace menos necesario intentar esclarecer las repercusiones de un debate confuso donde el estilo panfletario, que privilegia el ruido y la mala fe para descalificar al adversario, prevalece a menudo sobre la argumentación racional. Eso es lo que propone este pequeño ensayo: no se trata tanto de realizar un estudio sociológico de dichas polémicas como de diseccionar los argumentos esgrimidos y de poner en perspectiva filosófica y sociohistórica los dilemas que envuelven. El presente trabajo, que no pretende ser una indagación sistemática y exhaustiva, se apoya en las posiciones adoptadas públicamente por los intelectuales, los artistas, los intermediarios culturales y los críticos en las discusiones informales, en los análisis de las obras a debate, así como en mis investigaciones anteriores relativas al compromiso político de los escritores y a las relaciones entre literatura y moral.»

“Estos casos, en los que se encuentran, bajo diversas formas, los tres componentes del escándalo —violación de las normas, revelaciones e indignación— problematizan la relación entre la moral del autor y la moral de la obra. Todos ellos se diferencian, no obstante, en cuanto a la naturaleza de los actos condenados y a la gravedad que les atribuyen la ley y la opinión pública, concebida aquí como la toma de posición por medio de luchas fuertemente mediatizadas sobre la calificación de dichos actos y las consecuencias que acarreen. Tales luchas involucran a intelectuales, artistas, intermediarios culturales, críticos, asociaciones, representantes políticos y juristas, y una de sus particularidades es la movilización colectiva en forma de peticiones o declaraciones comunes. Un segundo factor de diferenciación concierne a la relación entre esos actos y la obra: ¿están presentes en ella?, ¿en qué forma? El tercer factor de diferenciación es el grado variable de consagración de los autores implicados, que incide en la repercusión local, nacional o internacional de la polémica y en sus implicaciones: revaluación de autores canónicos o en vías de canonización y de su legado intelectual a la luz de las revelaciones; cuestionamiento de las marcas de reconocimiento (premios, conmemoraciones) de los autores a quienes se considera indignos, ya se trate de escritores contemporáneos o de figuras encumbradas por la memoria colectiva. En todos los casos es la consagración lo que está en juego. Y los adversarios se sirven de dicha celebridad para promover la causa que defienden en el espacio público (y a veces también para ajustar cuentas).”

SOBRE LA AUTORA

Gisele Sapiro

Gisèle Sapiro (Neuilly-sur-Seine, 1965) es licenciada en Filosofía y en Literatura Comparada por la Universidad de Tel Aviv y doctora en Sociología por la École des hautes études en sciences sociales. Actualmente trabaja como directora de estudios de esta misma institución y como directora de investigación en el Centre national de la recherche scientifique. Con un enfoque empírico muy similar al de Pierre Bourdieu —de quien puede considerarse discípula—, la labor académica de Sapiro se ha centrado en dos grandes campos: la sociología de los intelectuales y la sociología de la traducción

*Nota de prensa

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